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Bichito, baila conmigo. Sobre “Pasión y Crisis Ornamental” de Samuel Nicolle

Reseña

Bichito, baila conmigo. Sobre “Pasión y Crisis Ornamental” de Samuel Nicolle

por Bruno Enciso

En guadalajara90210

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Tiempo de lectura

5 min

Samuel Nicolle presenta Pasión y Crisis Ornamental en la sede capitalina de guadalajara90210. La muestra se acompaña de una carta de la escritora Anaïs Lepage a lx artistx; un texto entrañable que aprovecha su tono personal para sobrevolar el asunto medular de la exposición: el ornamento. “Me pregunto si el coqueteo es al amor lo que la ornamentación es al objeto que embellece: el placer inofensivo de la seducción sin la gravedad de los sentimientos, la promesa de la felicidad que queda en estado de promesa. Una frivolidad necesaria como una caricia en el corazón”.¹

Es una pregunta interesantísima. Habrá quien considere que el coqueteo tiene su encanto precisamente porque adorna el camino hacia el amor. Y habrá también quien lo considere vacío o estorboso en la medida en que pospone la instauración de los sentimientos más auténticos. Trasladada a asuntos plásticos, Nicolle rescata y hace ebullir esa pregunta: ¿Siente el muro amor por el papel tapiz que lo recubre?, ¿no era ya bello sin él? ¿Tolera el papel tapiz al cuadro que interrumpe sus seductores patrones? Con sutileza, la mirada que parece frívola u ociosa es capaz de someter a los objetos y espacios a una crisis de ansiedad. ¿Así se supone que se vea todo esto?, ¿está todo en el lugar correcto? Se han abierto dos posibilidades: la superficie adornada puede adorar o detestar sus adornos.

Vista de la exposición de Samuel Nicolle 'Crisis y pasión ornamental'. Cortesía de guadalajara90210
Vista de la exposición de Samuel Nicolle 'Crisis y pasión ornamental'. Cortesía de guadalajara90210

Un tercer elemento añade un vértice frente a la línea trazada entre adorar y detestar, posibilitando así una triangulación: el párasito. Quizás el cuadro se enterró en el muro como una pulga a un cuerpo peludo, acarreando con ella una micro convalecencia. Quizá retirar cualquier adorno innecesario, como muchos movimientos artísticos de corte clasicista han buscado por siglos, significaría la plenitud de cualquier superficie. Pero, ¿cómo podríamos evitar el parásito? Somos muchxs, estamos muy cerca y hace mucho calor. Incluso el parásito puede tener sus propios adornos, como lo han demostrado quienes, desde el siglo XIX, visten pulgas por tradición².

Este perímetro dibujado por la triada adorar-detestar-parasitar produce el suelo sobre el que Nicolle ha instalado un salón de baile. La música está en el tapiz, donde frases románticas extraídas de canciones estiran y contraen la mirada en varias direcciones, con efectos de profundidad variable. Nunca es claro el tamaño de un cuarto cuando está lleno de cuerpos que bailan. Un par de zapatos avanza para que le vean pavonearse; otro lo porta alguien que se restriega jadeante de espaldas contra la pared. Junto a nosotros bailan saltarinas pulgas vestidas con sus atuendos más trendy. “Y yo me le pego y él se me pega”, canta Bellakath.

Vista de la exposición de Samuel Nicolle 'Crisis y pasión ornamental'. Cortesía de guadalajara90210
Vista de la exposición de Samuel Nicolle 'Crisis y pasión ornamental'. Cortesía de guadalajara90210

En esta exposición, las singularidades de las obras producen ingeniosos trucos visuales y semánticos que exaltan sus cualidades evocativas y tuercen las lecturas más convencionales. El collar de perlas, figura asociada con la sofisticación, lo ha parasitado el más ordinario collar hawaiiano de flores, como los que regalan en batucadas. Las flores están hechas de una silicona transparente que fácilmente estimula el tacto y hasta el paladar. Todas las decisiones materiales aplicadas a las obras requieren expandir la sensibilidad de quienes las miran. El flyer que anuncia este salón de baile no sólo presenta los datos de la fiesta, también te destella con su bling bling.

Vista de la exposición de Samuel Nicolle 'Crisis y pasión ornamental'. Cortesía de guadalajara90210
Vista de la exposición de Samuel Nicolle 'Crisis y pasión ornamental'. Cortesía de guadalajara90210

Si la obra no se desmorona a causa de sus múltiples texturas y reveses es porque Nicolle las ha recubierto de una pátina singular: un azul —más claro que el celeste, sin ser tono pastel— que hace referencia al desgaste de los colores en los impresos a los que les ha dado mucho el sol. Flyers pegados en postes, revistas que llevan décadas asoleándose frente al cristal de un salón de belleza. Precisamente, este azul no colorea los objetos con ningún brillo de novedad. Al contrario, pone al frente su naturaleza perecedera, incluso anticuada. Quizás el ejercicio de repensar nuestra relación con el objeto artístico y su exhibición no tenga nada que ver con lo que se nos ofrece duradero y deslumbrante. Tal vez la manera de actualizar la conversación sobre lo ornamental ya no puede ignorar las adversidades del clima contemporáneo.

Vista de la exposición de Samuel Nicolle 'Crisis y pasión ornamental'. Cortesía de guadalajara90210
Vista de la exposición de Samuel Nicolle 'Crisis y pasión ornamental'. Cortesía de guadalajara90210

Encuentro profundamente valioso que unx artistx propicie las condiciones para abordar el ornamento como una cuestión compleja, desdoblando sus implicaciones. En vez de apresurarse a generar un diagnóstico sobre la efectividad del arte en relación con su construcción objetual o su congruencia discursiva, la triangulación amor-desamor-parásito insiste en que nuestra relación con el arte hay que sostenerla con el cuerpo entero: con los ojos que engullen su superficie, con la piel que se desgasta bajo el sol, con los pies que se mueven a distintas velocidades, con otrxs moviéndose cerca nuestro, con un historial lírico y emocional siempre latente. No hay estrategias irónicas ni condescendientes, más bien destacan la suspicacia y una notoria generosidad plástica y conceptual.

Francamente creo que esta exposición produce algo parecido a un signo de época. Uno que es popular, pero aún no viral; un signo exhausto y decolorado de tanto haber insistido en ser moderno. La potencia del trabajo de lx artistx recae en ensayar problemas estéticos a través del encuentro, favoreciendo visualidades que nos resultan familiares y gozosas. Nicolle nos invita a pasar a un salón de baile donde no hay una promesa de emancipación, pero bailando juntxs quizás logremos sentirnos bonitxs y generar movimientos hasta ahora insospechados, algo ciertamente difícil de conseguir. Nos unen el desgaste y los piquetes de la misma micro-fauna chupasangre.

La muestra puede visitarse hasta el 20 de abril.

Bruno Enciso

¹ https://guadalajara90210.com/project/espacio-cdmx/marzo-2024-samuel-nicolle/

² https://esbarrio.com/trending/vestir-pulgas-tradicion-mexico/

Publicado el 23 marzo 2024