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Apareciendo al unicornio: entrevista a Zahara Gómez Lucini sobre Recetario para la memoria

Entrevista

Apareciendo al unicornio: entrevista a Zahara Gómez Lucini sobre Recetario para la memoria

por Sebastián Machado

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Tiempo de lectura

8 min

En México, en las últimas décadas, se han registrado 77 mil 171 *1 personas desaparecidas. Para Ignacio Irazuzta, el desaparecido es una figura sociológica porque concentra y a la vez cristaliza propiedades del orden social; produce y representa identidades; resignifica acontecimientos; tuerce y rencauza la vida social e individual de quienes son tocados por su ausencia/presencia. Articula pasado, presente y futuro. Es un hecho social total, puesto que abarca y pone en conexión varias dimensiones de la existencia social: económica, jurídica, religiosa, psicológica.*2

La desaparición forzada es una acción ejercida, de manera involuntaria, sobre una persona que es sustraída del espacio de la ley. Se desconoce si está viva o si está muerta; no es, no ha sido, ni será hasta que aparezca. Para la artista Zahara Gómez Lucini —de familia argentina, nacida en Madrid, criada en París, instalada en México—, la palabra desaparecido tiene dentro de su propia historia un origen casi mitológico, que a fuerza de repetición “ya no se entiende muy bien qué es y se convierte en un unicornio, en una cosa casi mágica, fantasiosa”.

Partiendo de una problemática propia del lenguaje y del modo en el que nos determina, la repetición sistemática de la palabra desaparecido la va vaciando de sentido. De ahí que se convierta en algo imaginario, distinto para cada quien, que de alguna manera se desmaterializa. No obstante, la desaparición*3 en términos sociopolíticos es una metodología basada en el terror, un instrumento de comunicación hacia los otros.

En los proyectos que ha realizado Zahara hay un común denominador: las huellas. A lo largo de su carrera, atravesando distintos territorios y temporalidades, ha investigado las diferentes maneras de reclamar justicia. Desde las herramientas de los equipos forenses en Chile, Argentina, México o Colombia, hasta los archivos de la memoria en carpetas infinitas de investigación en Guatemala. Si bien Zahara comenzó tratando estas últimas trincheras contra el olvido desde un punto de vista académico, es interesante observar que su proceso creativo ha consistido en la migración de estos temas hacia lo fotográfico, convirtiendo a este medio en un instrumento más para contar historias.

Desde 2014, un grupo de mujeres conocidas como “Las Rastreadoras del Fuerte”*4, salen a la búsqueda de sus desaparecidos en diversos parajes de Sinaloa todos los miércoles y domingos. Zahara las conoció entre 2016 y 2017. Dice, en entrevista:

En ese primer viaje la intención era la de documentar, más allá del trabajo. En ese viaje me quedé en casa de Mirna Nereyda [una de las líderes de las Rastreadoras] y dormimos juntas el primer día de conocernos. Entonces hubo un nivel de intimidad cabrón, pues dormimos en la misma cama y me enseñaba fotos en su teléfono. Me acuerdo estar las dos tumbadas y Mirna diciéndome: “Mira, éstas son fotos de Roberto…”. Entonces fue de repente meterse en un espacio súper íntimo, sin barrera. Después, en el segundo viaje, justo coincidí con unos periodistas que iban a sacar una nota y a mí me chocó muchísimo: las entrevistas las hicieron en las oficinas de Las Rastreadoras y de repente me di cuenta de que, tal vez porque las preguntas son siempre las mismas, no lo sé, la historia estaba contada de la misma manera.

Después de esa experiencia, Zahara se preguntó de dónde emanaba esa especie de guion del dolor que se repetía naturalmente al contar estos relatos: “¿Quién consume estas historias? ¿Para qué se hacen estas imágenes? ¿Qué preguntas se les están haciendo [a Las Rastreadoras] para que las respuestas sean siempre las mismas?”. Es aquí donde la fotógrafa sintió la necesidad de un quiebre en la forma de narrar esas historias, alejándose de la repetición de un discurso oficial y estadístico.

Imagen parte de 'Recetario para la memoria' por Zahara Gómez Lucini y Las Rastreadoras del Fuerte
Imagen parte de 'Recetario para la memoria' por Zahara Gómez Lucini y Las Rastreadoras del Fuerte

Colaborativo

¿Qué es un proyecto colaborativo? El trabajo en común como algo que comparte una autoría ––vinculado necesariamente a estar con y por los otros–– es una cuestión que Zahara se planteó durante mucho tiempo.

Me gustaría hacer un proyecto colectivo con ustedes [Las Rastreadoras], pero no sé cuál es ese formato y no sé qué quiere decir colectivo. Pero no quiero unas fotos de ustedes como víctimas, unas fotos de ustedes con el retrato deslavado de su hijo. A mí, como público, eso es algo que ya no me llega; me produce tristeza, pero no me produce nada más.

Es en la convivencia dentro de los espacios compartidos del rastreo —en las oficinas, por ejemplo, en las casas, en los momentos que no son de búsqueda— donde uno puede percibir esa otra perspectiva, ese otro relato, las otras capas de la vida.

Imagen parte de 'Recetario para la memoria' por Zahara Gómez Lucini y Las Rastreadoras del Fuerte
Imagen parte de 'Recetario para la memoria' por Zahara Gómez Lucini y Las Rastreadoras del Fuerte

Recetario para memoria es un proyecto colaborativo entre las Rastreadoras del Fuerte y Zahara Gómez Lucini. Parte de dos ejes: el social y el gastronómico. Recoge las recetas favoritas de los desaparecidos y busca poner sobre la mesa un encuentro con la ausencia y el recuerdo. En ese sentido, tiene varios objetivos; por un lado, alimentar la memoria al transitar de lo íntimo a lo público y, por otro, aprender a cocinar y socializar aquellas recetas que parten de la resistencia de las Rastreadoras, quienes consideran que “ellos aún siguen vivos mientras los tengamos en nuestra mente”.

Zahara parte del espacio de la cocina y de la alimentación, lo que propicia varias cosas. Le permite vincularse en un lugar común con la gente que no tiene un familiar desaparecido; mientras que el resultado de lo que allí ocurre dota de identidad a aquellos que se llevaron. Además, y esto es importante, posibilita una reescritura que se aparta de la visión de las madres de los desaparecidos en cuanto víctimas.

No son sólo mujeres sufriendo, es una cosa mucho más compleja. Son unas cabronas que salen al desierto, con una pala, a buscar agujas en un pajar. Eso es de súper heroínas. Ahí aparecen otras miradas; tomas conciencia de la estigmatización y buscas cómo romper con ese mensaje.

Un momento clave del proyecto tiene lugar cuando aparece ese ritual individual de donde surge lo colectivo: no sólo cocinar un platillo, sino cocinarlo para aquel que está ausente. Esto da pie a un ejercicio que traspasa lo documental y lo fotográfico: cocinar esa comida, comer esa comida y hacerla pública.

La foto no importa al final; todo el proceso de cocinar, de compartir ese espacio, de esperar a que el platillo esté listo, de platicar con algunas sobre el desaparecido y con otras de algo que nada que ver, todo ese espacio se carga de un… no sé… de un hacer presente al que no está. Después, el proceso de comer ese platillo es, tal cual, alimentarse de la memoria, así, sin metáforas. “Me estoy comiendo esto que en realidad no es para mí”.

Imagen parte de 'Recetario para la memoria' por Zahara Gómez Lucini y Las Rastreadoras del Fuerte
Imagen parte de 'Recetario para la memoria' por Zahara Gómez Lucini y Las Rastreadoras del Fuerte

El proyecto colaborativo invoca, a través de acciones tan cotidianas y comunes como cocinar y comer, lo excepcional. Se trata de presentar un acontecimiento de transformación que, a través del cuerpo, pasa de lo sensible a lo que se revela como posible: estar, aunque sea por un momento, con quien no es y no será hasta encontrarlo.

Los formatos de salida son varios y distintos. Destacan una exposición y un libro autoeditado ––1000 ejemplares hechos en la Ciudad de México, en la Imprenta Panorama–– en el que se reúnen en forma de recetario los pasos a seguir para hacer cada platillo, así como fotografías tanto de los ingredientes y platillos como de ellas cocinando y de los rastreos. La propuesta busca recuperar desde lo íntimo el día a día de las Rastreadoras. El libro en formato físico o digital se puede adquirir a través de la página web del proyecto. Esta página también nos permite escuchar a las mujeres en su propia voz, conocer sus tesoros y unirnos, desde nuestras trincheras, a colaborar en el proyecto para recopilar las 61,000 recetas faltantes.

Vista de sala, Recetario para la memoria
Zahara Gómez Lucini y Las Rastreadoras del Fuerte, 2020, Centro de la Imagen. Foto: Sebastián Machado
Vista de sala, Recetario para la memoria Zahara Gómez Lucini y Las Rastreadoras del Fuerte, 2020, Centro de la Imagen. Foto: Sebastián Machado

Vista de sala, Recetario para la memoria
Zahara Gómez Lucini y Las Rastreadoras del Fuerte, 2020. Cortesía del Centro de la Imagen
Vista de sala, Recetario para la memoria Zahara Gómez Lucini y Las Rastreadoras del Fuerte, 2020. Cortesía del Centro de la Imagen

La exposición física se presenta en el Centro de la Imagen. Debido a la pandemia, para corroborar los horarios y las fechas sugerimos visitar su página web. Es importante preparar la visita con antelación debido a las condiciones sanitarias actuales.

Sebastián Machado es Fotógrafo y estudiante de Estudios e Historia de las Artes, Universidad del Claustro de Sor Juana

*1 En el último informe sobre búsqueda e identificación de personas desaparecidas en el país, presentado en octubre de este año por el gobierno mexicano, se reconoce que en México hay 77 mil 171 personas reportadas como desaparecidas y no localizadas desde 2006 al 30 de septiembre de 2020. Fuente: Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No localizadas (RNPDNO). Disponible en: https://www.gob.mx/cnb/documentos/informe-sobre-busqueda-e-identificacion-de-personas-desaparecidas-en-el-pais

*2 Irazuzta, Ignacio (2015) "La figura de la desaparición forzada: de la transnacionalización a su manifestación en México", Trabajo preparado para su presentación en el VIII Congreso Latinoamericano de Ciencia Política, organizado por la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política (ALACIP). Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 22 al 24 de julio de 2015. Disponible en: http://files.pucp.edu.pe/sistema-ponencias/wp-content/uploads/2014/12/Ponencia-ALACIP-Irazuzta.pdf

*3 Gómez Lucini, Zahara, en entrevista realizada el 15 de noviembre de 2020, en el marco de este artículo.

*4 Sobre las Rastreadoras del Fuerte: https://www.facebook.com/Las-Rastreadoras-del-Fuerte-267629457048946/

Publicado el 26 noviembre 2020