Agrietar los museos. 'Imaginaciones radicales' en el Museo de Arte Moderno
por fernanda ramos mena
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Este sexenio, el ámbito cultural en México adoptó el lema “No dejar a nadie atrás, no dejar a nadie afuera”, cuyo objetivo es dar espacios de representación a grupos históricamente excluidos de los relatos oficiales. A simple vista, este postulado es una reacción ante las narrativas que han anulado las historias no hegemónicas. Sin embargo, las cuotas no son suficientes para resarcir las violencias estructurales, ni internas ni externas, de las instituciones museísticas del país¹. Como plantea la investigadora feminista queer estadounidense Jennifer Tyburczy, los museos no son sólo espacios de representación, sino que performan la construcción de emociones e historias alrededor de las personas que “habitan los márgenes”.
En este sentido, el Museo de Arte Moderno presenta Imaginaciones radicales. Una lectura disidente de la colección. La curaduría, a cargo de Brenda J Caro Cocotle, Lucía Peñalosa y Carlos Segoviano, construye un espacio temporal para la sociabilidad y pluralidad de la diversidad sexogenérica. No es la primera exposición de este espacio que aborda temáticas fuera de la heterosexualidad obligatoria², pero sí la única en la que se ha realizado una revisión histórica que toma como punto de partida su colección y que se desborda a un diálogo cruzado con artistas contemporánexs sexodisidentes.
Este proyecto inició en el encierro pandémico como parte del Día Internacional del Orgullo LGBTTTQI+ a manera de miniexposición en línea, ahí el equipo curatorial realizó una crítica al binarismo masculino/femenino de los museos y sus acervos. Llevar la exposición de la red a las salas, y fuera de la celebración del Día, es un punto de partida –minúsculo– para generar discursividades críticas sobre a quién se le otorga o no la posibilidad de exponer en estos espacios, con base en trayectoria, sexualidad, género y clase social. La muestra también nos permite reflexionar sobre cuál es es el rol de los museos más allá de la exposición y conservación de las obras, ¿qué corporalidades lo circulan?, ¿a quién se dirigen los contenidos? Estos cuestionamientos son necesarios más que nunca en tiempos de inestabilidad social. Aunque en este artículo no los pueda responder, me parece importante que se planteen al momento de realizar proyectos en museos que apunten a transgredir las narrativas oficiales imperantes.
Imaginaciones radicales es una conversación intergeneracional que cuenta con más de 200 obras entre archivo histórico, pintura, fotografía e instalación de la colección del museo, de otros acervos y de artistas contemporánexs.
Nos recibe un fotomural en el que unx travesti posa orgullosx y desafía con la mirada a la lente que le retrata en la cárcel. El año de esta toma es 1936. En esta sección titulada Desafío al código destacan fotografías y pinturas de corporalidades jotixs, travestis, marikas y lenchas que reaccionan contra la norma al performar afectividades que cuestionan la hegemonía masculina de ser viril, macho y fuerte, así como la femenina de ser frágil, sumisa y pasiva.
El desafío a los códigos implica una ruptura iconográfica y lingüística como se evidencia en la obra El Santo Sidario (1991) del Taller de Documentación Visual –activo entre las décadas de los ochenta y noventa–, en la que ángeles enfermxs de sida velan y observan un cuerpo repleto de llagas y crucificado. En esta misma línea se muestra la carta de amor de la artista visual Juni Aranda a su mejor amiga, codificada con figuras de frutas que recuerdan stickers de los años noventa. Así como Ádios al clóset (2022), en donde Lechedevirgen trimegisto evidencia como la expresión “salir del clóset” contiene violencias del sistema heterocisgénero que dañan psicológicamente a lxs cuerpxs sexodisidentes.
En la segunda sección, titulada Identidades profanas: más allá de la norma sexo-género, la performatividad femenina/masculina se diluye y muta quimérica. La obra Yo y yo (s/f) de Nahum Zenil y Uniforme (2023) de Mar Coyol quiebran la representación binaria apelando a las subjetividades no binarias y travestidas. A su vez, las fotos del Archivo de la Memoria Trans nos llevan entre algunos archivos emocionales de esta comunidad que desde los años setenta registra otras formas de hacer familia no parental, observamos su complicidad, diversión y demanda de derecho al goce, pese y en resistencia a las violencias que oprimen sus cuerpos.
En el caso de la serie fotográfica Lenchas y Marimachas (2019), Liliana Hueso reivindica el cuerpo no normado de quienes se autoidentifican desde su masculinidad y se autonombran como machorras. Por su parte, Alicia Cruz retrata en fotografía a amigxs no binarixs y hombres trans que dan cuenta del cuerpo menstruante, desafiando lo que significa performar una corporalidad masculina que se desvía y reacciona a las convenciones y estereotipos.
Una obra que cierra Identidades profanas y que funciona como preludio para la siguiente sección es el performance posporno de Katia Tirado Exhivilización: Las perras en celo, en este dos mujeres se disputan el control del placer y el deseo sexual mientras disfrutan de la actividad consensuada de las prácticas BDSM y cuestionan el rol mismo de la penetración y su binarismo.
Miradas transversales del deseo, tercer núcleo de la muestra, da cuenta de la pulsión corporal como una potencia política que transgrede el régimen escópico del cuerpo sano, sexualmente atractivo y activo. Aquí se propone un cruce de miradas que fugan el deseo hacia otras posibilidades de sentir, excitarse y eyacular.
A través del cuerpo crip, enfermo, mutilado y travestido, las obras del artista Adolfo Riestra permiten reflexionar sobre quién, a quién y cómo se tiene derecho a desear. Karl Frías García en Amor espacial que provoca lluvias (2020) nos lleva entre el deseo sexual de cuerpos monstruosos, gordos y fascinantes que en una potencia eyaculatoria crean un charco del que crecen flores. En ese mismo sentido, Omar Gámez en su serie fotográfica Flores de México (2016), produce imágenes poéticas en las que sus amigos riegan flores con su eyaculación. Lo que queda es el rastro sobre los arreglos florales.
El cierre de la exposición nos deja en cachondeo sobre nuestros propios deseos que se convierten en una potencia colectiva orgásmica para romper los tabúes que se perpetúan en torno a las sexualidades y el género.
El programa público de la muestra incluye presentaciones, visitas guiadas, talleres y performance con la presencia activa de varixs artistas: Terry Holiday, Mar Coyol, Lechedevirgen, Lia García La Novia Sirena, Archivo de la Memoria Trans y la drag Yolanda, entre otrxs. Con su participación, lxs artistas han resignificado y expandido la lectura curatorial hacia una perspectiva propia y colectiva que promueve la crítica institucional desde la afectividad y los cuidados. Así, Imaginaciones radicales no sólo cuestiona las representaciones binarias de la heteronorma, sino que funge como detonadora para que las corporalidades no binarias disidentes ocupen las instalaciones del museo, las transgredan y, por un momento, quiebren la estructura estatal y patriarcal en la que se edifican.
*Un sueño: agrietar el museo en su concepción jerárquica y quizás, algún día, poder derribarlo. Las instituciones museísticas tienen la responsabilidad social y política de difundir historias disidentes, sin embargo, estos espacios no son esenciales para las subjetividades que habitan y disputan el marco normativo. Las corporalidades, sexualidades y géneros no hegemónicos, existirán pese a su caída³.
¹ Recortes presupuestales, subcontrataciones de personal bajo el esquema Capítulo 3000, pagos fuera de tiempo, nulo derecho a la seguridad social, precarización laboral, contrataciones capacitistas, sexistas, basadas en amiguismos, violencias institucionales de género, sexuales y abuso de poder.
² En junio de 2015 se realizaron actividades del Festival Internacional por la Diversidad Sexual y exposiciones como ¿Neomexicanismos? Ficciones identitarias en el México de los ochenta (2011) y Detrás de los andamios (2022), las cuales abordaban nociones de género y sexualidad sexodisidente.
³ Esta idea la parafraseo de la curadora y docente argentina Romina Resuche a quien se la escuché decir en una sesión del programa Archivos y Activaciones.