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¿Nos despierta lo que se derrite, las imágenes indefinidas, los ojos cerrados? Sobre Milagros Rojas

Ensayo

¿Nos despierta lo que se derrite, las imágenes indefinidas, los ojos cerrados? Sobre Milagros Rojas

por Cristina Torres

En Salón Silicón

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Tiempo de lectura

3 min

Una fuerza cosmogónica actúa como un marco, como un conjunto de límites a lo que puede existir en el mundo, a lo que se puede hacer, al bien que se puede perseguir, etc. En este sentido, cada fuerza cosmogónica — Técnica, Magia, etc. — actúa como el punto cero de una determinada forma que puede adoptar el poder.

– Federico Campagna en Técnica y magia

Escribir alrededor del arte implica volver constantemente a la pregunta cartográfica: ¿hasta dónde trazar el relato? En el caso de esta exposición — quizá más aún que en muchas otras — el texto debe permanecer transitorio y a una cierta distancia para evitar desfigurar la presencia de las sombras. Después de mi propia zambullida en sus ríos tinta del inframundo, mi sugerencia sería resistirse a la gravitación habitual de las palabras y escuchar los ecos que escurren desde el horizonte nocturno.

Del paréntesis abierto por Que el día se convierta en noche emanan voces de ecuación, de oráculo, de desierto boreal y del jardín de lxs filosófxs, materializadas en una nueva piel textil teñida que recubre a la galería y se escurre hacia los lienzos sobre los que la artista Milagros Rojas ha bordado los mensajes de una escritura indescifrable, dictada desde una fisura ctónica:

La tela como cobija, como tecnología creada para el refugio, para el abrigo y a la vez en su carácter ornamental, para la moda; las cadenas como símbolos de la técnica, del engranaje, de la fuerza, del látigo, del óxido.*1

Milagros Rojas. Sin título (2021) Tela de algodón, gabardina, teñido y bordado. 104 x 86 x 4 cm. Foto: Jordán Rodríguez. Cortesía de la artista y de Salón Silicón.
Milagros Rojas. Sin título (2021) Tela de algodón, gabardina, teñido y bordado. 104 x 86 x 4 cm. Foto: Jordán Rodríguez. Cortesía de la artista y de Salón Silicón.

Páramos de grafito que dieron lugar a las geometrías imprecisas de grises acero y a las negras caligrafías ocultistas suspendidas del techo. Una conversación sobre el más allá de las palabras, los lenguajes no alfabéticos, mutantes e ilegibles, entretejida por la lectura de Milagros Rojas a las ideas de pensadorxs como Mark Fisher, Graham Harman y Federico Campagna:

Al igual que en las noches más oscuras, las fiestas, el movimiento, las drogas, la luz tenue, el sudor y los cuerpos, estas figuras son inaccesibles, no se pueden traducir alfabéticamente, son símbolos. Queda latente la magia, lo integrado, lo deforme, lo que se escurre del sentido inequívoco impuesto por la técnica. Estas formas, aparentes códigos, generan frustración, no se pueden leer, ese gesto, es el gesto de la magia.

Vista de la exposición Que el día se convierta en noche, Milagros Rojas, Salón Silicón, 2021. Foto: Jordán Rodríguez. Cortesía de la artista y de Salón Silicón.
Vista de la exposición Que el día se convierta en noche, Milagros Rojas, Salón Silicón, 2021. Foto: Jordán Rodríguez. Cortesía de la artista y de Salón Silicón.

Curada por Sandra Sánchez, la exposición propone una escritura espectral animada por un deseo de opacidad y hermetismo, un medium para los signos de la magia que sobrevive oculta a una era enfáticamente racional, a pesar de la imposición de un lenguaje único, inequívoco, transparente y total.

Pensar la posibilidad de alternativas fluctuantes en donde reflexionar sobre un estado más oblicuo de las cosas, de mayor incertidumbre y de un lenguaje menos preciso, entender la fusión entre las cosas como una posibilidad de escapar a un pensamiento totalizador.

Vista de la exposición Que el día se convierta en noche, Milagros Rojas, Salón Silicón, 2021. Foto: Jordán Rodríguez. Cortesía de la artista y de Salón Silicón.
Vista de la exposición Que el día se convierta en noche, Milagros Rojas, Salón Silicón, 2021. Foto: Jordán Rodríguez. Cortesía de la artista y de Salón Silicón.

Limitémonos entonces a recorrer el borde del abismo, resistir la tentación de intentar traer cosa alguna de vuelta, más que el recuerdo de la disolución y el abrazo de las sombras.

Cristina Torres

Milagros Rojas. Sin título (2021) Acrílico de 3 mm y cadena. 40 x 21 cm. Foto: Jordán Rodríguez. Cortesía de la artista y de Salón Silicón.
Milagros Rojas. Sin título (2021) Acrílico de 3 mm y cadena. 40 x 21 cm. Foto: Jordán Rodríguez. Cortesía de la artista y de Salón Silicón.

*1: A excepción del epígrafe, todas las citas y el título de este texto provienen de las notas de Milagros Rojas.

Publicado el 25 marzo 2021